EL SECRETO DEL SECRETO DE

“LA LEY DE ATRACCIÓN”

En nuestra búsqueda constante de bienestar y éxito, a menudo exploramos diversas teorías y prácticas que prometen ayudarnos a alcanzar nuestras metas.

Una de las más fascinantes y efectivas es la teoría de la Ley de Atracción, que postula que somos capaces de atraer hacia nosotros aquello en lo que enfocamos nuestros pensamientos, palabras, emociones y vibraciones.

En este artículo, profundizaré en los cuatro niveles de atracción: el pensamiento, el decreto, la emoción y la vibración.

Cada uno de estos niveles juega un papel crucial en la creación de nuestra realidad y comprender cómo funcionan puede proporcionarnos herramientas poderosas para transformar nuestras vidas.

Sin embargo, es fundamental reconocer que si no descubrimos y sanamos primero lo que a nivel inconsciente nos hace daño, como las heridas del niño interior, este tipo de atracción puede no funcionar de manera efectiva.

Las heridas emocionales no resueltas, pueden interferir con nuestra capacidad de atraer lo que realmente deseamos, ya que continúan influyendo en nuestros patrones de pensamiento y comportamiento.

Acompáñame mientras exploramos cómo cada nivel de atracción influye en nuestra experiencia diaria y descubre cómo puedes aplicar estos principios, junto con un trabajo profundo en tu interior, para manifestar tus deseos y vivir una vida más plena y satisfactoria.

LOS CUATRO NIVELES DE ATRACCIÓN

EL PENSAMIENTO

«Lo que piensas, atraes». El pensamiento es el primer nivel por el cual se ejerce el poder de atracción.

Este poder se origina debido al campo eléctrico del cerebro. Los pensamientos prolongados tienden a manifestarse en la realidad.

Por ejemplo, las personas que se enfocan en pensamientos negativos suelen atraer situaciones desfavorables a sus vidas.

Esto también aplica en el sentido positivo. Sin embargo, el campo magnético del corazón es mucho más fuerte que el campo eléctrico del cerebro, por lo que las realidades del corazón tienden a manifestarse físicamente.

Por lo tanto, es importante escuchar nuestras corazonadas y pensar más con el corazón (más allá del enamoramiento).

Para atraer algo a través del pensamiento, utilizando la imaginación o la visualización, se requiere práctica constante.

Consejo: Practica la visualización positiva diariamente. Dedica unos minutos cada día a imaginarte logrando tus objetivos y sintiendo las emociones positivas que estos logros te traerán y está muy pendiente cuando lleguen pensamientos distintos a lo que quieres para frenarlos y cambiarlos.

 EL DECRETO

«Lo que hablas, atraes».

El decreto tiene un poder mucho mayor que el pensamiento. Mientras que el campo eléctrico del cerebro influye principalmente en las neuronas y algunas células cercanas, el poder del decreto se extiende a todas las células del cuerpo a través de la energía sonora.

Por lo tanto, si visualizas abundancia, pero hablas constantemente de crisis y escasez, atraerás lo que hablas, incluso si es una queja.

Recuerda, en lo que te enfocas es lo que atraes. Hablar de situaciones negativas nos predispone a experimentarlas, ya que creamos y sintonizamos esa frecuencia.

En los textos sagrados, el habla se considera una espada de doble filo que puede llevar a la victoria o a la derrota, por lo que es crucial usar sabiamente el poder de nuestras palabras.

Consejo: Cuida tu lenguaje. Evita las quejas y habla de manera positiva y constructiva sobre tus deseos y objetivos. Intenta reemplazar frases negativas con afirmaciones positivas.

LA EMOCIÓN

«Lo que sientes, atraes». Cada vez que experimentamos una emoción, enviamos una señal magnética al Universo.

Sentir amor, por ejemplo, emite una señal que el Universo devuelve al emisor. Por el contrario, quienes tienden a sentirse tristes atraen situaciones que refuerzan su tristeza. La emoción es más poderosa que el pensamiento y el decreto, ya que es contagiosa.

Por ejemplo, la risa de un niño puede hacer reír a todos los presentes, llenando el ambiente con energía emocional positiva.

La emoción, combinada con el decreto o el pensamiento, tiene una mayor efectividad para crear la realidad en menos tiempo.

Consejo: Practica la gratitud y el amor. Mantén un diario de gratitud donde anotes cosas por las que te sientes agradecido cada día. Rodéate de personas y actividades que te hagan sentir bien y fomenten emociones positivas.

LA VIBRACIÓN

«Lo que vibras, atraes». Aunque a menudo se confunden, emoción y vibración no son lo mismo.

La emoción nace en el corazón, mientras que la vibración se irradia desde el plexo solar (el tercer chakra, relacionado con la voluntad).

Cuando una emoción, como el amor, se experimenta consistentemente, se convierte en una vibración rítmica y pasa al siguiente nivel de atracción. Es entonces cuando se siente la vibración en el plexo solar.

Consejo: Medita y trabaja en tu energía. Practica técnicas de respiración y meditación que te ayuden a sintonizar tu vibración interna. Mantén un equilibrio entre tus emociones y tus vibraciones para atraer de manera más efectiva lo que deseas.

***********************************************************************

Los cuatro niveles de atracción —el pensamiento, el decreto, la emoción y la vibración— nos ofrecen un camino poderoso para manifestar nuestros deseos y transformar nuestras vidas.

Sin embargo, es crucial recordar que nuestro viaje hacia una vida plena y satisfactoria comienza con la sanación interior.

Al enfrentar y sanar las heridas del niño interior, liberamos bloqueos inconscientes que pueden impedirnos alcanzar nuestros objetivos.

Te invito a profundizar en tu interior y descubrir las soluciones que yacen dentro de ti.

Sólo al comprender y trabajar en nuestro mundo interno, podemos realmente desbloquear el potencial de la atracción y crear la vida que anhelamos.

Xiomara Albertos