Mi mamá siempre me decía: “Es el destino y no hay nada que hacer”, sin embargo, muchas veces conversamos sobre el tema y nunca estuve convencida que no tuviésemos la potestad de elegir o de tomar las decisiones que creyese conveniente, pero, al mismo tiempo, creo que nacemos con alguna “misión” predeterminada que venimos a realizar para nuestra evolución personal.

El eterno debate entre el destino y el libre albedrío ha intrigado a filósofos, teólogos y pensadores a lo largo de la historia de la humanidad.

Esta cuestión fundamental plantea la pregunta de si nuestras vidas están predeterminadas por un curso inmutable de eventos, o si tenemos la capacidad de tomar decisiones independientes que influyen en nuestro destino.

Aunque soy de la opinión que ambas opciones se entrelazan, no existe una respuesta definitiva, así que exploraré en este artículo los argumentos a favor y en contra de ambas perspectivas para arrojar luz sobre esta cuestión compleja.

Escuchando el libro “El Plan de Tu Alma” de Robert Schwartz, explora la idea central de la planificación preencarnativa que, antes de nacer en esta vida, nuestras almas eligen conscientemente una serie de experiencias, desafíos y lecciones que deseamos experimentar y aprender durante nuestra vida terrenal.

Estas elecciones se hacen en colaboración con guías espirituales, almas afines y, en algunos casos, en relación con otras almas que también estarán encarnadas en nuestro entorno.

 El Argumento a Favor del Destino:

La idea del destino sugiere que nuestras vidas están predestinadas o predeterminadas por fuerzas superiores o por el universo en sí.

Los partidarios de esta perspectiva argumentan que todo lo que ocurre en nuestras vidas ya está escrito y que nuestras acciones no tienen influencia real en el resultado final.

 El Argumento a Favor del Libre Albedrío:

El libre albedrío argumenta que tenemos la capacidad de tomar decisiones independientes y que nuestras elecciones influyen en nuestro destino.

Los defensores de esta perspectiva afirman que somos agentes morales responsables de nuestras acciones y que nuestras decisiones no están predeterminadas.

El libre albedrío se basa en la idea de que somos conscientes de nuestras acciones y podemos elegir conscientemente entre diferentes opciones. Nuestra capacidad para sentir responsabilidad moral implica que nuestras elecciones tienen un impacto real en nuestras vidas y en la sociedad.

 Una Perspectiva Integradora:

Es importante destacar que el debate entre destino y libre albedrío no tiene por qué ser excluyente.

Algunos filósofos han propuesto perspectivas más integradoras que combinan elementos de ambas ideas.

Por ejemplo, la teoría del «compatibilismo» sostiene que, aunque existen fuerzas que influyen en nuestras elecciones (como nuestro entorno y nuestras experiencias pasadas), todavía tenemos la capacidad de tomar decisiones dentro de esos límites.

En última instancia, la cuestión de si estamos controlados por el destino o tenemos libre albedrío puede seguir siendo una pregunta sin respuesta definitiva y cada quién podremos reflexionar al respecto.

Puede ser que la respuesta varíe de persona a persona, dependiendo de sus creencias, experiencias y perspectivas individuales.

Lo que es cierto es que la exploración de esta cuestión es una parte fundamental de la reflexión humana y la búsqueda de comprender nuestra existencia y nuestro papel en el mundo.

Te invito a que reflexiones con estas ideas y que siempre mantengas la mente abierta, por supuesto, respetando la opinión de los demás.

Gracias por estar ahí

Xiomara Albertos