HABLEMOS DEL NIÑO INTERIOR
HERIDA DE TRAICIÓN PNL
4ta. Parte
En el artículo de esta semana, seguiré con el tema anterior y abordaré la Cuarta de las Heridas del Niño Interior en PNL.
Las semanas anteriores expliqué la Herida de Abandono, La Herida de Rechazo, La Herida de Injusticia y esta semana hablaré de la Herida de Traición.
La Programación Neurolingüística (PNL) identifica cinco tipos de heridas, y presentaré una metáfora para esta herida de Traición, diseñada para facilitar la sanación del niño interior que todos llevamos dentro, ansioso por ser reconocido.
Puede que te encuentres repitiendo relaciones tóxicas, teniendo dificultades para socializar o luchando con una baja autoestima y la confianza en ti mismo/misma, o puede que tu desconfianza ante la vida no te permita ver que también hay belleza en las personas.
Al sanar al niño interior, es un buen comienzo para reconocer y liberarte de estos patrones limitantes y desarrollar una mayor autoconciencia y autenticidad.
Entre las cinco heridas principales del niño o niña interior está la «Herida de Traición».
Esta herida se origina a raíz de situaciones en las que se prometió algo al niño o niña por parte de los padres o cuidadores, pero luego no se cumplió lo prometido.
«Aunque las razones detrás del incumplimiento puedan ser válidas, el niño o niña experimenta una sensación de “traición” o engaño en relación con sus expectativas, lo que causa un gran dolor»
Como resultado, cuando este niño o niña crece y se convierte en adulto, desarrolla un mecanismo de protección para evitar ser traicionado o engañado nuevamente, manteniéndose en un estado de hipervigilancia constante.
Siente la necesidad de mantener un control estricto sobre su entorno para anticiparse al peligro y evitar sorpresas desagradables.
Estos adultos tienden a ser muy exigentes en sus relaciones, ya que tienen miedo de ser engañados o traicionados nuevamente.
«Para esta herida de TRAICIÓN te traigo una Metáfora que puedes grabarla o que alguien más te lea para que el inconsciente empiece con el trabajo de liberar esta emoción»
METÁFORA PARA SANAR
“LA HERIDA DE TRAICIÓN”
En un rincón tranquilo del bosque, crecía un arroyo sereno llamado Argento.
«Este arroyo representa los pensamientos claros y la pureza del alma»
Argento fluía con transparencia y confianza, reflejando la inocencia y la bondad natural.
Sin embargo, en su infancia Argento fue víctima de una traición que lo marcó profundamente.
Una criatura en la que confiaba plenamente lo traicionó, rompiendo su inocencia y confianza en el mundo que lo rodeaba.
La fuente de origen de Argento, que simbolizaban las emociones, se enredó con ramas podridas en el dolor y la desconfianza.
El caudal de su recorrido, reflejando las estrategias mentales, se volvió oscuro y poco transparente para protegerse de más traiciones.
Las ramificaciones de sus aguas, sus conductas, se secaron y se volvieron retraídas por el miedo a ser lastimado nuevamente.
En fin, Argento era un arroyo que se había quedado bastante seco y de aguas oscuras.
En lo más profundo del bosque, habitaba un ser misterioso llamado Solara, un hada de la luz capaz de sanar incluso las heridas más oscuras del corazón.
Solara irradiaba una energía cálida y tranquilizadora, y sus palabras fluían como un bálsamo sanador.
Con ternura, Solara se acercó a Argento con su luz resplandeciendo en el agua.
Mostró comprensión hacia el dolor por el engaño que
había sufrido el arroyo y le enseñó que la traición de otro no definía su valor ni su bondad.
Solara guio a Argento en un viaje de autoaceptación y perdón.
Le mostró cómo transformar el dolor en comprensión, cómo permitir que las aguas claras de sus pensamientos purificaran las emociones heridas.
Le recordó la importancia de mantener la transparencia y la luz en su ser, incluso después de haber sido traicionado.
Poco a poco, Argento comenzó a sanar. Sus aguas, una vez turbias por la traición, se volvieron cristalinas y relucientes.
El oscuro velo que cubría su superficie se disipó, revelando la belleza pura y transparente que siempre había poseído.
El arroyo se extendió con fluidez y tranquilidad, llevando consigo un aura de serenidad.
El bosque, asombrado por esta transformación, encontró en Argento un reflejo de pureza y fortaleza.
Las criaturas del bosque, conmovidas por la luz interior del arroyo, se acercaron con respeto y gratitud.
Solara, satisfecha al ver la sanación de Argento, se elevó en un destello dorado hacia el cielo, dejando al arroyo como un símbolo de perdón y autenticidad en el corazón del bosque, recordándole a todos que la traición no debe oscurecer la luz interior de uno mismo.
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Vamos!!! Te invito a abrazar a ese niño herido/herida que está dentro de ti esperando ser visto, esperando la “aprobación” de mamá o papá, esperando que lo quieran, para liberar por fin ese dolor que permanece al acecho, escondido, intentando sabotear tus relaciones de pareja, laborales, familiares…intentando sabotear tu vida…
Xiomara Albertos
Es casi imposible no encontrar una herida causada por traición cuando miramos hacia atrás y volvemos a la infancia.
No importa que nuestra mente del adulto de hoy comprenda las razones de tal traición, es más, hasta es posible que nosotros hubiéramos hecho lo mismo en las mismas circunstancias, no obstante, la herida seguirá ahí si no la sanamos a través del perdón, proceso nada fácil si no contáramos con las terapias de PNL.
Querida Xiomara, como agradecerte que nos desnudas el interior y dejas visibles las heridas para poder sanarlas? Actúas cómo Solara, personificado magistralmente al hada de la metáfora.
Una vez más, infinitas gracias y ya espero ilusionada la próxima entrega.
Un abrazo.