La ciencia ha desvelado un fascinante fenómeno que arroja luz sobre la complejidad de la herencia humana: LA EPIGENÉTICA.
Este campo de estudio revela cómo nuestras experiencias pueden dejar una marca indeleble en nuestro ADN, y cómo esas marcas pueden ser transmitidas a las generaciones futuras.
Este proceso plantea una cuestión intrigante: ¿Pueden los traumas de nuestros antepasados afectar nuestra propia salud mental y emocional? La respuesta, según la investigación, es afirmativa.
LA EPIGENÉTICA Y LA HERENCIA DE TRAUMAS
Los científicos han descubierto que nuestras vivencias, especialmente las traumáticas, tienen el poder de alterar la estructura química de nuestro ADN.
Este fenómeno, conocido como epigenética, implica que no solo heredamos la secuencia de genes de nuestros padres, sino también las modificaciones químicas que han experimentado a lo largo de sus vidas.
Bruce Lipton es un biólogo celular y autor conocido por su trabajo en el campo de la epigenética. Aunque no es un investigador académico en el sentido tradicional, ha contribuido a popularizar conceptos relacionados con la epigenética y su impacto en la biología y la salud.
Lipton es reconocido por su libro «La Biología de la Creencia», en el cual explora cómo las creencias y el entorno pueden influir en la expresión de los genes a nivel epigenético.
Su enfoque se centra en la idea de que nuestras creencias y percepciones tienen un impacto directo en nuestra biología y salud, y que podemos influir en nuestra propia expresión génica a través de la modificación de nuestro ambiente y pensamientos.
EL IMPACTO DE LA EPIGENÉTICA EN EL ÁRBOL GENEALÓGICO
Estudios rigurosos han demostrado que los traumas psicológicos pueden ser transmitidos a través de las generaciones. Esto significa que las dificultades emocionales y las heridas no resueltas de nuestros antepasados pueden resonar en nuestra propia psique.
Es un testimonio vívido de cómo los eventos del pasado tienen una influencia tangible en la salud mental y emocional de las generaciones venideras.
Predisposiciones Físicas y Genéticas
No solo los traumas emocionales se transmiten de una generación a otra, sino también ciertas predisposiciones físicas y genéticas. Por ejemplo, se ha observado que las tendencias hacia ciertas condiciones de salud pueden ser influenciadas por la experiencia de nuestros antepasados. Este hallazgo subraya la compleja interacción entre el entorno, la genética y la experiencia personal.
La Importancia de la Sanación Personal
Ante esta comprensión, surge una pregunta crucial: ¿cómo podemos romper este ciclo de herencia traumática? La respuesta radica en el poder de la sanación personal. No hay mejor forma de cuidar y amar a nuestros hijos que enfrentando valientemente nuestros propios traumas. Al hacerlo, no solo liberamos a nuestras futuras generaciones del peso de nuestros sufrimientos, sino que también les proporcionamos un legado de resiliencia y bienestar emocional.
Amar a Nuestros Ancestros a Través de la Sanación
La sanación personal no solo beneficia a las generaciones futuras, sino también honra y cuida a nuestros padres, abuelos y ancestros más lejanos. Al sanar nuestras propias heridas, estamos sanando también las suyas, y al hacerlo, les brindamos el regalo de la liberación y el descanso. Es un acto de amor profundo que trasciende el tiempo y el espacio.
La epigenética nos recuerda que somos parte de una intrincada red de historias y experiencias que se llama entrelazamiento cuántico familiar ósea, fuerzas invisibles que unen a los integrantes de un árbol genealógico. Al comprender el poder de la herencia traumática, también comprendemos el poder de la sanación personal.
Al trabajar en nosotros mismos, no solo aliviamos nuestra propia carga, sino que también creamos un legado de bienestar y resiliencia para las generaciones que nos siguen. Es un recordatorio poderoso de que el amor y el cuidado comienzan desde dentro.
¡Vamos! Te invito a investigar sobre el tema ya que las Constelaciones Familiares no solo es un tema.” HOLÍSTICO” sino que también se sustenta en la ciencia. No sólo Bruce Lipton se ha dedicado el tema, sino numerosos investigadores científicos lo hacen.
Te animo a que te observes y veas que situaciones se repiten en tu familia…a lo mejor, ese drama no es tuyo… ¿Y SI SOMOS LOS ENCARGADOS DE DARLE LUZ A NUESTRO ÁRBOL GENEALÓGICO?
Si necesitas más información, te invito a contactarme aquí
Nos vemos en la próxima entrega!!!
Gracias por estar ahí!!!
Ma. Xiomara Albertos
Me ha impactado la pregunta: ¿*y si somos los encargados de darle luz a nuestro árbol genealógico *? Yo iría más allá diciendo que no solo somos los encargados, sino los responsables, porque ahora estamos en posesión de conocimientos que nuestros ancestros no tenía, como la epigenetica y otros.
He tratado de dar «esa Luz» de la mano de Xiomara Albertos, y por experiencia puedo decir que mi familia y yo nos hemos liberado de una carga que aunque no éramos conscientes de tener, sufriamos las consecuencias y lo hemos constatado porque desde entonces las «cosas» son más ligeras y fluyen.
Xiomara Albertos, desde aquí mi agradecimiento y un gran saludo.
Querida Rosa Clara, agradezco enormemente tus siempre sabios comentarios. Como bien apuntas, si en algún momento ciertas vivencias nos han causado daño y repetimos situaciones dolorosas en el sistema familiar, es hora de dejar de vernos como víctimas y asumir la responsabilidad de sanar las heridas en nuestro árbol genealógico. De esta manera, brindamos luz a los que siguen en próximas generaciones y honramos las vidas de aquellos que nos precedieron, pues sin la contribución de todos ellos, nuestra existencia sería imposible.
Gracias por tu sabiduría y perspectiva,
Yo me hequedadosin palabras(y eso no me suele ocurrir),que interesante y esto deberia ser de uso obligatorio aprenderlo en los colegios,se sanaria el mundo entero;pero de momento me conformare con poner todo y más de mí para sanar mi árbol genealogico,por mí(para que negarlo,soy humana y tengo mi parte de egoista)pero también por mis antepasados y como no liberar del peso que llevo durante años a mi hija y niet@s.Siendo que se puede sanar a por ello..Gracias infinitas MI TESORO…
Gracias querida Mar por compartir como siempre tus acertados comentarios. No eres egoísta cuando trabajas en la sanación de tu «Clan» porque inevitablemente trabajas en beneficio de todos y si además no te sanas a ti misma, cómo podrías apoyar a los vienen ya con esta comprensión de la fuerza que viene desde mucho más atrás. Recibe un abrazo inmenso lleno de luz