NO SÉ DÓNDE VOY PERO…VOY EN CAMINO
En el artículo de esta semana, me gustaría plantear cómo podemos “afinar” ese camino de avance ya sea en proyectos personales, metas profesionales, independencia económica o simplemente en nuestro bienestar general en el área de la salud.
Mucho he comentado sobre el Propósito de Vida, ese anhelo que solamente nuestra alma en lo más profundo conoce y cómo hacerlo parte de nuestra experiencia en este plano terrenal.
Sin embargo, a menudo nos encontramos perdidos, sin saber exactamente qué camino tomar para llegar a donde queremos estar, y nos mantenemos en situaciones que nos hacen tremendamente infelices y frustrados sin ver la ruta de salida.
«En este andar por la vida, nos llegamos a conformar con “migajas” de felicidad que nuestras propias decisiones se han encargado de hacernos vivir y solo nos consolamos cuando conseguimos culpar a los demás para sentirnos menos miserables»
Es fundamental tener claridad sobre lo que realmente queremos, ya que más veces de las que quisiéramos, sentimos que “nos falta algo” o que “no estamos bien”, pero no podemos definir qué es.
No saber lo que queremos en la vida nos convierte en un barco a la deriva, sin timón. Para evitar esta sensación de pérdida, es crucial definir qué “merecemos” para estar bien y no solo que “necesitamos” desde la carencia y el miedo.
Una forma de acercarnos a lo que son nuestras verdaderas aspiraciones y deseos, es hacer un alto para reflexionar sobre lo siguiente: ¿Qué me hace feliz? ¿Qué quiero lograr? ¿Estoy dónde quiero estar? ¿Estoy con quién deseo estar?
Sólo con respuestas claras y por supuesto muy pero muy sinceras que vengan del corazón, podremos trazar un camino efectivo hacia los objetivos y sueños.
Una vez que sepamos lo que realmente queremos, es vital meditar si estamos haciendo lo correcto para llegar a donde deseamos. Muchas veces, sin darnos cuenta, (inconscientemente) tomamos rutas desviadas o incorrectas que lejos de llevarnos donde queremos, nos alejan de nuestras metas.
En PNL hablamos siempre de que los patrones y creencias que aprendimos desde que nacimos, nos lleva a “complacer” por pura lealtad familiar, a embarcarnos en rutas de desarrollo que no son las que hubiésemos considerado de no ser así.
Patrones de comportamientos como seguir las tradiciones en la familia, continuar con el legado, establecer matrimonios para complacer a los demás, son formas inequívocas de hacer lo contrario de lo que deseamos y que nos pueda dar felicidad a largo plazo.
Otra forma de “estancarnos” es con los capítulos de nuestra vida que no han sido cerrados, porque son una brecha de despilfarro que nos debilita energéticamente.
Uno de los ejemplos más intensos de pérdida de energía ocurre en las relaciones de pareja que ya no aportan felicidad y sólo crean rutina, aburrimiento o mucho sufrimiento, convirtiendo la vida en algo agobiante y desgastante sin deseos de seguir…ni vivir.
Ese afán de repetir historias amorosas fallidas, de creer que “esta vez será diferente”, nos lleva a desistir de cumplir con nuestro propósito de vida.
Estar en una relación que no te suma o que incluso ya está terminada, es un claro ejemplo de una ruta desviada. Si la relación no contribuye a tu bienestar, es momento de reconsiderar su viabilidad.
Desear una relación amorosa satisfactoria, pero tener reacciones de ira o violencia sin asumir la responsabilidad de cambiar, es otra ruta incorrecta. Trabajar en uno mismo es esencial para construir relaciones saludables
Ser extremadamente dependiente del amor de los demás, vivir para agradar a otros y no valorarte a ti mismo/a, o aceptar humillaciones por parte del otro/a, también es una ruta equivocada.
La queja constante y una visión negativa de la vida son grandes impedimentos para encontrar nuevas rutas y soluciones.
“Cuando nos enfocamos en lo que está mal, en lugar de buscar soluciones, nos estancamos y perpetuamos el ciclo de infelicidad”
La queja nos mantiene enfocados en los problemas en lugar de en las soluciones. Nos impide tomar acción efectiva y avanzar hacia nuestras metas.
Ver la vida a través de un lente negativo afecta nuestra actitud y comportamiento, creando un entorno en el que es difícil prosperar.
La constante negatividad desmotiva tanto a nosotros mismos como a quienes nos rodean, dificultando la colaboración y el apoyo mutuo.
Corregir el Rumbo
Para llegar a donde queremos estar, es importante escuchar buenos consejos y no confiar ciegamente sólo en nuestra propia opinión. La humildad para reconocer que necesitamos «sanar» para corregir nuestra ruta es esencial.
Reflexionar sobre si estamos haciendo lo necesario, aprendiendo y desaprendiendo nos hará vernos de forma más clara y lo sabremos cuando nos de paz y calma en el corazón.
A menudo, nosotros mismos somos nuestro mayor obstáculo. Es crucial identificar estos impedimentos internos y trabajar en superarlos.
Pregúntate: ¿Estoy siendo mi peor enemigo? ¿Qué puedo hacer para no sabotear mi propio progreso?
Aay Xiomara!
Difícil comentar tu entrega de hoy…..
Abordas tantos y tan diferentes temas dentro de la misma temática (valga la redundancia) que cada párrafo es motivo de análisis y reflexión por separado.
Aaay ese camino de la vida!!
Y solo podemos aprender a vivir viviendo!
Detrás de «no se a donde voy, pero estoy en el camino» nos haces tomar conciencia con mayúsculas de nosotros mismos y de la importancia de transitar ese camino solo por nosotras mismas, sin perder la vida en otras consideraciones.
Infitas gracias por hacernos comprender a profundidad y con sabiduría que «ya estamos en el camino» que si cada uno de nuestros pasos es dado con plena conciencia, de seguro llegaremos al lugar correcto, aunque no sepamos dónde está.
Gracias
Gracias
Gracias por darnos estos «puntos de luz»
Que caminemos el camino sin miedo, con alegría.
Querida Rosa Clarita, Muchas gracias por tu comentario tan profundo y reflexivo. Me alegra saber que mi artículo ha resonado contigo de esa manera.
Entiendo que los diferentes temas dentro de la misma temática puedan parecer abrumadores, pero tu apreciación de cada párrafo como un motivo de análisis y reflexión es precisamente lo que espero lograr con mis escritos. La vida es un viaje lleno de caminos diversos y complejos, y solo a través de la experiencia y la reflexión podemos aprender a vivir plenamente.
Efectivamente, vivir es aprender a cada paso, y aunque a veces no sepamos exactamente hacia dónde nos dirigimos, lo importante es ser conscientes de nuestro camino. Me emociona saber que mis palabras te han ayudado a tomar conciencia de la importancia de caminar por la vida con propósito y presencia.
Gracias a ti por leer y por compartir tus pensamientos. Es un verdadero honor saber que puedo ofrecer «puntos de luz» en el recorrido de tu vida. Espero que sigamos caminando este camino juntos, sin miedo y con alegría.
Gracias, gracias, gracias por tus palabras y por tu apoyo. ¡Que sigamos adelante, siempre con conciencia y alegría!
Con cariño,
Xiomara
Que lectura más interesante,que de seguro nos abra llegado a much@s de tus seguidores,porque¿ quien no esta en esa tesitura de querer cambiar su vida? pero esta perdid@ o atascad@.. y los dichosos miedos, por mil causas distintas nos ponen freno a seguir el camino correcto a nuestra propia felicidad…..y a la vez hay q seguir tus maravillosos consejos y centrarnos en cambiar progresar y no rendirnos que seguro veremos antes o despues una bereda que es nuestro camino a seguir..gracias infinitas corazon…
¡Hola Mar!
Muchas gracias por tus amables palabras y por tomarte el tiempo de leer y comentar en mi artículo. Me alegra saber que ha resonado contigo y con muchos de nuestros seguidores. Efectivamente, todos en algún momento de nuestras vidas nos encontramos en esa encrucijada, deseando un cambio pero sintiéndonos perdidos o bloqueados. Los miedos, como bien mencionas, son un gran obstáculo, pero reconocerlos es el primer paso para superarlos. Como bien dicen, la ruta es en dirección del «miedo» aunque parezca paradójico.
Me llena de satisfacción saber que mis consejos pueden ser de ayuda y que encuentras inspiración en ellos para no rendirte y seguir adelante. La vida es un viaje de constante progreso y aprendizaje, y es importante recordar que cada paso, por pequeño que sea, nos acerca a nuestra felicidad y realización personal.
Gracias a ti por tu apoyo y por compartir tus reflexiones. Juntos, podemos motivarnos y encontrar ese sendero que nos llevará hacia nuestros sueños y objetivos.
Un abrazo fuerte,
Xiomara