En varias oportunidades he comentado acerca de este tema, sin embargo, me gustaría volver a compartir cuán importante es estar atent@s con nuestro campo cuántico o campo de las infinitas posibilidades para no permitir se contamine.
Nuestro Nivel de Consciencia va directamente proporcional con nuestro estado de alerta ante los pensamientos que se desprenden de los sucesos que nos toca experimentar, en palabras sencillas, a como reaccionamos ante los acontecimientos y experiencias que vivimos a diario.
La ira, irritación, tristeza, alegría, euforia, excitación son algunas de las emociones que provienen de las reacciones ante estos sucesos. No es el acontecimiento en sí, lo que nos causa esta infelicidad o esa alegría. Es nuestra reacción ante eso.
Muchas veces nos identificamos con estas “emociones” y usamos frases como: “Es que yo soy así”, “Yo soy depresiv@”, “Yo soy melancólic@”, “yo soy diabétic@”, en fin, podría pasar horas con frases de las que nos hacemos dueños y pasan a formar parte de nuestra identificación personal. Sin embargo, ¿Somos eso?
Cada vez que hacemos comentarios negativos de algún aspecto de nuestra vida con frases como: “estoy muy mal”, “me va terrible”, “mi vida es un desastre”, “siento que me ahogo”, las personas a las que nos dirigimos nos observan en las mismas circunstancias que estás exponiendo.
Esas circunstancias están siendo fortalecidas no solo por cada uno de nosotros con nuestras palabras, sino también por todos aquellos que están conectados con nosotros en nuestro campo energético, en tu campo cuántico.
Entonces, la pregunta es: ¿Qué quieres que se mantenga en tu campo vibracional?
Constantemente estamos creando, consciente o inconscientemente nuestra vida. Vamos creando a través de nuestros pensamientos que se traducen en emociones y luego en acciones. Todas las vivencias que experimentamos van produciendo hormonas, a veces de bienestar otras no tanto.
El reto más importante que se nos presenta en este regalo que es la vida, es el camino de ir conociéndonos e ir descubriendo, cómo funcionan nuestras emociones, el beneficio o el daño tremendo que somos capaces de hacernos a nosotros mismos, y la clave son las palabras que estamos habitualmente pronunciando porque “calan” directamente en nuestro inconsciente.
En vez de quejarte, puedes empezar a cambiar las frases habituales y decir: “Las cosas están cambiando. Estoy teniendo reuniones que van aclarando la situación. Cada día me voy sintiendo mejor y más clar@ en mis pensamientos, cada día me voy sintiendo más tranquil@ y centrad@”.
Sin embargo, ¿Qué crees puedes reproducir en tu campo de energía al decir: “Me va mal; Estoy desesperad@; Mis hijos no colaboran; Ya no puedo con esta situación que me supera”? Pues simplemente más de lo mismo.
Debes crear deliberadamente las emociones en las cuales te va muy bien para cambiar las circunstancias, y es con los pensamientos. Dejarnos de la costumbre o el hábito de condenar nuestro día o aun peor muchas veces, hasta la vida entera.
De esta manera, empiezas a mover la energía. Empiezas a crear. Sonríe, aunque no tengas ganas, el cerebro no sabe que estás fingiendo pero las hormonas de bienestar que empiezas a producir te hacen un bien maravilloso.
En primer lugar, respétate a ti mism@ en todas tus decisiones. Deja de fustigarte por lo que “permitiste o no” en tus actuaciones pasadas. Este es el momento, no hay otro que el eterno momento presente.
Cada vez que tomes una decisión que sean producto del respeto hacia ti mism@. Recuerda que estás creando lo que llega a tu vida.
Todos las excusas que pones como pretextos para no cambiar están motivados por el miedo que hay detrás de los estados de angustia y depresión. Averigua cuales son tus más arraigados miedos y sabrás que hacer.
Una situación o persona que sientas te mantiene incomod@ por más tiempo del que debería, te sugiero que tomes una decisión lo antes posible, simplemente por el respeto y amor que tienes hacia ti. El respeto por ti debe ser más importante que la condescendencia a los demás.
Por supuesto tus decisiones deben siempre pero siempre partir de la lealtad que te debes a ti mism@, con el mayor respeto por las creencias de los demás.
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Nos vemos en la próxima entrega!!!
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Ma. Xiomara Albertos
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