Vivimos en una sociedad donde el estrés, la ansiedad y las relaciones tóxicas son más comunes de lo que quisiéramos admitir.
Para muchas personas, estos problemas se convierten en una carga pesada, sin embargo, algunos se resisten a buscar ayuda profesional y dicen “estar bien” cuando tienen emociones de ira, rabia, tristeza, ansiedad, miedo, meláncolia, pánico, angustía sin razón aparente entre muchas que pueda mencionar, y no de manera casual más bien en forma constante.
Incluso cuando deciden dar el paso, a menudo esperan soluciones rápidas, “la píldora mágica” sin estar dispuestos a invertir el esfuerzo necesario para su propio autoconocimiento, crecimiento y bienestar.
Como terapeuta, experimento una mezcla de sentimientos al observar a las personas que me rodean lidiando con una profunda tristeza o depresión, en una queja permanente ante la vida que les ha “tocado” pero, que no están dispuestas a reconocerlo abiertamente y continúan con sus vidas sin tener una motivación, sin un propósito de vida.
Es una situación compleja, ya que mi objetivo es ofrecer apoyo y guía para ayudarles a superar sus desafíos emocionales.
La desconfianza hacia terapias alternativas también es algo que he notado con frecuencia. Entiendo que existe un estigma arraigado en torno a estas prácticas, y algunas personas pueden sentirse reticentes a explorar opciones fuera de lo convencional (que probablemente no les ha dado resultados).
Sin embargo, como terapeuta, he presenciado de primera mano cómo las terapias alternativas, como la Programación Neuro Lingüística (PNL), como la Sistémica Familiar, como el aprender a respirar de forma armónica, hace fluir esas emociones escondidas, como el viaje a descubrir ese Niño y Niña interno herido/a que pasó por experiencias dolorosas, logra “sanar” ese corazón aun lastimado, como todas estas terapias puede influir de una manera contundente para brindar resultados notables y transformadores en la vida de mis pacientes.
Es importante recordar que cada individuo tiene su propio camino y ritmo en el proceso de sanación.
El papel de un Terapeuta es estar presente, ser comprensivo/a y proporcionar un espacio seguro para que las personas exploren sus emociones y desafíos.
Aunque es natural sentir frustración ante la resistencia al cambio o la desconfianza hacia ciertas formas de terapia, el terapeuta de este tipo de Terapias Alternativas o complementarias debe seguir comprometido/a a ofrecer apoyo y guía a aquellos que están dispuestos a buscar ayuda.
El Terapeuta no puede hacer el trabajo por el paciente. La terapia es un camino colaborativo, donde el paciente debe estar dispuesto a explorar y trabajar en su propio proceso de cambio y crecimiento.
El camino hacia el bienestar emocional y mental puede ser difícil, pero es un viaje que vale la pena emprender.
Para aquellos que están listos para un enfoque fresco y efectivo, la Programación Neuro Lingüística, las terapias de Sistémica Familiar y el Rebirthing, ofrecen una perspectiva poderosa y transformadora.
Juntos, podemos liberarnos de patrones negativos y herencias emocionales para construir una vida más plena y feliz.
Recuerda, el primer paso es estar dispuesto a recibir ayuda y a comprometerte contigo mismo en tu propio proceso de sanación y crecimiento.
Espero que este artículo te haya parecido interesante, si quieres más información puedes solicitarla.
Gracias por estar ahí!!!
Xiomara Albertos
Xiomara corazon estoy totalmente de acuerdo con todo lo que expones,y efectivamente tú nos haces la terapia ,nos das herramientas y nos enseñas a utilizarlas[q más se puede pedir];y desde luego hay que trabajar diariamente lo q nos enseñas..pero ciertamente bastantes personas por desconocimiemto o por mil motivos distintos;prefieren la pastillita q calma pero sigue escondiendo el dolor…cuando como en cualkier cirugia hay q arrancarlo..y lo bueno d tus terapias es q llenamos ese hueco de PENSAMIENTOS MARAVILLOSOS..ya no se vuelve a llenar d porqueria;pues lo tenemos LLENO DE PAZ AMOR Y ENTENDIMIEMTO..infinitas gracias
Gracias por tus hermosas palabras llenas de sinceridad que salen del alma…Mi sentir es que me gustaría hacer más, por lo menos sembrar esa semillita para cuando quiera crecer y que «ponga» a las personas a reflexionar. La soluciones mágicas no digo que no existan, pero si encuentras y te enfrentas a esa herida añeja, a esa personita que fuiste cuando niño/ niña, comprenderás un poquito más muchas de las experiencias que atraes, unas buenas y otras no tanto. Hasta que no hagamos el viaje de la mente al corazón seguiremos repitiendo experiencias dolorosas donde solo cambian los personajes externos. Recibe un abrazo inmenso de pura LUZ
Todos queremos sanarnos pero pocos estamos dispuestos a hacer el trabajo.
Es como una pereza mental, acostumbrados al mundo de la inmediatez, donde tocando un botón las cosas se hacen solas, rechazamos el trabajo de introspección esperando un «toque mágico» y ya, pero la cabeza no es una lavadora.
Por eso, tratar de concienciar a quien sufra de esa pereza mental es tan difícil.
El terapeuta de vocación sufre con esto.
Por otro lado proliferan las ofertas de curas milagrosas de…..dices esto y tu vida cambiará, tipo sonríe ante el espejo y tus problemas se evaporarán etc, ofertas simplonas que no arreglan nada y añaden desazón al comprobar la falacia.
Gracias Xiomara Albertos, la terapia contigo me abrió los ojos a una vida plena, conciente y feliz.
Muchas gracias por compartir este comentario tan oportuno. Así como toda experiencia nos hace reaccionar diferente a cada uno de nosotros, la vida misma nos va dando la oportunidad de asumir a que hemos venido y muchas veces tanto «equipaje» mental nos obstaculiza cumplir con eso. Somos seres maravillosos dotados de múltiples herramientas para lograr empatizar con la existencia misma y para eso hay muchos caminos. Cada quién debe encontrar el que mejor lo haga sentir. Recibe un abrazo inmenso lleno de LUZ