El cierre de un año invita a reflexionar profundamente desde la perspectiva de conocernos un poquito más. Durante el 2023, hemos experimentado muchas situaciones, algunas desafiantes y otras enriquecedoras.

Sin embargo, también hemos enfrentado capítulos menos favorables o situaciones que nos han lastimado, y es fundamental aprender a cerrarlos.

El trabajo personal de autoconocimiento nos muestra que cerrar ciclos es esencial para nuestro bienestar emocional. Aquello que dejamos pendiente o que nos causa malestar puede tener un impacto en nuestra salud mental si no se aborda adecuadamente.

Al llegar al cierre del año, es crucial emplear técnicas que se ajusten a nuestra forma de ser, a nuestra forma de ver la vida, para cerrar estos capítulos menos favorables y transformar su carga emocional en aprendizaje.

El concepto de ‘duelo’ psicológico es relevante en este proceso. Cuando enfrentamos pérdidas o situaciones dolorosas, atravesamos diversas etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. El cierre de ciclos implica avanzar por estas etapas, permitiéndonos sanar y extraer lecciones valiosas de nuestras experiencias.

El trabajo de crecimiento personal resalta la importancia de la gratitud y el crecimiento. Al cerrar estos capítulos menos favorables, enfocamos nuestra atención en el aprendizaje obtenido y en las fortalezas que hemos desarrollado.

Valoramos las lecciones aprendidas y reconocemos nuestra propia resiliencia para enfrentar desafíos.

Esta perspectiva nos brinda dirección y motivación renovadas para el próximo año.

El impulso por retomar proyectos inacabados también es parte de este proceso de crecimiento personal. Con frecuencia, dejamos metas y sueños en suspenso por diversas razones.

Sin embargo, el fin de año nos brinda la oportunidad de reevaluar estos proyectos desde una perspectiva más sólida. Reflexionamos sobre su significado para nosotros y cómo pueden contribuir a nuestro desarrollo personal.

Además, es importante la relevancia de perdonar. Perdonar aquello que nos lastimó, inclusive perdonarnos a nosotros mismos por permitir que ciertas situaciones nos hayan herido.

Establecer límites saludables se convierte en un propósito valioso para el próximo año.

Complacer constantemente a los demás puede dejar profundas heridas en nosotros.

El perdón, tanto hacia los demás como hacia uno mismo, se convierte en un acto liberador que nos permite avanzar con mayor paz interior.

En resumen, desde el trabajo de autoconocimiento, cerrar ciclos implica abordar el duelo, cultivar la gratitud, buscar el crecimiento personal, establecer límites saludables y practicar el perdón, tanto hacia los demás como hacia nosotros mismos.

Al aplicar estas sugerencias al finalizar el año, nos preparamos para un nuevo comienzo con una mente más clara, una perspectiva renovada y una mayor capacidad para enfrentar los desafíos que el próximo año pueda traer.

Que el próximo año nos encuentre con el corazón lleno de esperanza, la mente abierta a nuevas oportunidades y la voluntad fortalecida para enfrentar cualquier desafío que surja en el camino.

¡Que el año venidero esté lleno de crecimiento, amor, paz y la realización de los sueños que anhelamos!

 ¡Feliz año nuevo 2024!

Xiomara Albertos