Hoy me gustaría hacerles una confesión, hace muchos años en mi búsqueda de respuestas y animada por una querida amiga, decidí tomar mi primer curso de Reiki.
Estaba muy emocionada y con muchas expectativas simplemente porque no tenía idea de que se trataba, pero algo había escuchado y leído sobre esta técnica milenaria y sus beneficios para la salud mental y física.
Sin embargo, mi experiencia en este primer curso de Reiki fue una completa decepción. El maestro que daba el curso se enfocó en enseñar la técnica en japonés, y aunque yo sabía algunas palabras básicas en ese idioma, me resultó difícil seguirlo.
No dudo que fuera un Maestro dedicado y totalmente convencido que el método que usaba era el mejor, pero al final del curso, me sentí más confundida que nunca y no sentí ningún beneficio por haber asistido. Me decepcioné mucho y pensé que el Reiki no era para mí.
Al pasar unos meses me encontré por casualidad o causalidad un buen amigo y poniéndonos al día me recomendó a una maestra de Reiki que él había conocido.
Decidí darle otra oportunidad a esta técnica y asistí a un segundo curso con ella. ¡Y vaya diferencia! Esta maestra tenía un enfoque más práctico, moderno y sencillo de enseñanza, y me mostró de una manera que realmente pude entender, el significado y profundidad de esta técnica milenaria que no sólo era para sanar física, mental y espiritualmente, más bien el enfoque era para convertir el Reiki en una filosofía de vida.
Finalmente pude sentir el flujo de energía que el Reiki produce en mi cuerpo. Y después de practicar con regularidad, descubrí los beneficios increíbles del Reiki. No solo sentí una sensación de calma y relajación, sino que también pude manejar mejor el estrés y la ansiedad en mi vida diaria y les aseguro que lo necesitaba en aquel momento, tanto que seguí hasta obtener el grado de Maestra Docente de Reiki.
El Reiki me permitió tener una mejor comprensión de mí misma, de mi propósito y de mi vida. Ahora puedo decir con total seguridad, que el Reiki cambió mi vida para mejor.
El Reiki, para los que no lo conocen es una técnica de curación energética que ayuda a equilibrar y armonizar el cuerpo, la mente y el espíritu. Los beneficios del Reiki son numerosos e incluyen una sensación de paz y relajación, un mejor manejo del estrés y la ansiedad, un aumento en la concentración, una mejora del sueño, la liberación de emociones negativas y una mejor comprensión de uno mism@.
Si tienes la oportunidad de tomar un curso de Reiki, te animo a que lo hagas. Formarse como reikista es una experiencia increíblemente enriquecedora y transformadora.
Una de las mayores ventajas de convertirse en Reikista es que puedes aprender a practicar Reiki en ti mism@ y en los demás. Esto significa que puedes ser tu propio sanador o sanadora, y también puedes ayudar a tus amigos y familiares a sentirse mejor.
Además, la práctica del Reiki te ayuda a relajarte, a encontrar la calma y a liberar la tensión acumulada en tu cuerpo. También puede ayudarte a liberar emociones negativas y a encontrar la paz interior.
Otra ventaja de formarse como reikista es que puedes conectar con una comunidad de personas que comparten tus intereses y valores. Puedes conocer a otros reikistas y compartir experiencias, conocimientos y prácticas. Puedes dar este servicio a tu entorno. Esto puede ser una gran fuente de apoyo y motivación a medida que avanzas en tu camino de autoconocimiento y crecimiento personal.
La buena noticia es que hemos planificado un curso Presencial de Reiki Nivel I para que asistas y puedas aprender esta técnica milenaria.
¡Vamos! Te animo a que te des la oportunidad de conocer esta técnica maravillosa y convertirla en Filosofía de Vida.
Si necesitas más información, te invito a contactarme aquí
Gracias por estar ahí!!!
Ma. Xiomara Albertos
Maestra Docente Reiki
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